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Sergio Rama Villar
Jefe de cocina del restaurante La Puerta Nueva (Oviedo) y
Jefe de Restauración de Catering Canela en Rama
Pochar, guisar, escaldar, confitar. Este vocabulario que tan bien manejamos los que vivimos inmersos en este mundo. No puedo decir que es. Sólo puedo explicar como lo siento. Cocineros somos los que, como un firmante, amamos esta forma de vida que entre fogones se desarrolla. Actualmente en nuestra Asturias del alma gozamos de un buen palmarés, estamos a la cabeza de España y todavía nos queda leña para rato.
Unas veces damos en el clavo y otras, una espina se nos queda clavada. Gracias, porque sin vosotros no seríamos nada, que sepáis que esos errores que a veces cometemos no son queriendo. Ese lastre que día a día nos esmeramos por superar. Y que los que de esto escriben nos ayudan a evolucionar.
Los críticos, tenedores de oro de nuestra tierra. Conocedores de libros, recetas y manjares. Saben de cocina y además manejan con soltura la prosa, algunos confían en nosotros y presumen del buen momento de la gastronomía asturiana. Y de nuestra tierra va todo.
Tierra, mar y aire. Tres elementos que se conjugan para darnos riqueza de producto de difícil igualación. Tanto en productos como en sensaciones y sentimientos. Son estos últimos los que hacen que cada día nos esforcemos en mejorar eso para lo que vivimos.
El hacerles disfrutar.
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Un toque vanguardista, mezclado con la dedicación y el esfuerzo por complacer a los paladares más exigentes, todo ello, dorado al calor del buen hacer de las manos más expertas en este oficio tan antiguo como perfeccionista y espolvoreado con las mieles de cariño y la entrega de quien ama la buena cocina.
Y directamente a la mesa de aquel que sabe apreciar las cosas bien hechas.
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